sábado, 25 de enero de 2014

Deslindando Responsabilidades

DESLINDANDO RESPONSABILIDADES

Dr. Carlos Román Flores Guillén.

                Abstract

Noviembre, mes de los difuntos y donde encontramos una diversificación cultural, por otro lado observamos la falta de consciencia histórica de la ciudadanía Mexicana que anonadada por las fiestas, no solo desvirtúan una festividad muy mexicana, sino que además nos vemos en el tormento diario de un grupo selecto de poder, que usa todos los medios posibles para someternos por todos lados.

A poco tiempo de que termine el año 2013 podemos observar un sinfín de movimientos gubernamentales que apagan las esperanzas de los mexicanos por una vida mejor, pero por otro lado, contemplamos inermes como el estado no piensa en cambiar sus políticas en pos de un país con mayor desarrollo. Pero en este caso, por dar un ejemplo, la lucha magisterial ya no ha implicado solo la combativa participación de los trabajadores de la educación, sino también se defiende el patrimonio de familias que día a día luchan por tener calidad de vida.

Las reformas estructurales que propone el Presidente, desgraciadamente no solo implican un reajuste injusto al magisterio y todo el equipo de colaboradores que están detrás del funcionamiento de las escuelas, sino también conducen hacia el abismo a todos aquellos que desean tener un trabajo estable con un retiro igual de honroso. Pero vamos por partes, la modificación planteada en materia educativa podría asentarse de manera legal el pago de “cuotas” que hasta el momento cobran las escuelas por inscripción, sin embargo hasta el momento esta práctica es totalmente ilícita pues el estado (se supone) está en el deber de cumplir con los gastos totales de las escuelas y aún a sabiendas de dicha práctica, se hacen de la vista gorda, pero ahora con la reforma estaríamos realizando estos pagos de manera lícita y formal, apoyada por la constitución y además, deslindando de responsabilidad al estado. Lo realmente impresionante, es que con esto, la educación perdería la calidad de “gratuita” a nivel constitucional, lo que indica que en un futuro será más difícil poder recuperar este título y por tanto su legalidad ipso facto.

En realidad la práctica de cuotas no autorizadas no es lo verdaderamente alarmante pues esto, a pesar de la defensa de muchos, no solo es un acto injusto sino también implica una insensible corrupción de parte de la Secretaría de Educación Pública, al no atender a las quejas de padres de familia que año con año van a emitir sus inconformidades ante esta situación ¿O a caso es ahí a donde va a dar el pago de padres de familia para que sus hijos sean inscritos en las escuelas públicas de educación básica?

La realidad es que más allá de la altísima red escalonada de corrupción en la que vivimos, nos debemos preguntar ¿hasta dónde estamos solapando y alimentando esta actitud del estado? En realidad, la postura política individual del hombre es unipersonal, sin embargo la creciente indiferencia del individuo mexicano está llevándole a la insensibilidad de su propio futuro y peor aún el de sus hijos.

El inciso A, fracción III del V transitorio (Del Art. 73 Constitucional) establecería entonces:
III. Las adecuaciones al marco jurídico para:
a) Fortalecer la autonomía de gestión de las escuelas ante los órdenes de gobierno que corresponda con el objetivo de mejorar su infraestructura, comprar materiales educativos, resolver problemas de operación básicos y propiciar condiciones de participación para que alumnos, maestros y padres de familia, bajo el liderazgo del director, se involucren en la resolución de los retos que cada escuela enfrenta.

Fuente: Diario Oficial de la Federación

Entonces, basados en esta modificación encontramos que con el afán de “involucrar más a los padres de familia” se nos endosará una responsabilidad económica que no nos correspondería, haciendo con esto que el ciudadano mexicano que tenga hijos, se vea en la necesidad de darse el lujo de llevar a sus hijos a la escuela, pues si la cuota anual es voluntariamente a fuerza, ahora estaríamos forzados a tener el poder adquisitivo para llevar a nuestros hijos a la escuela, mantener la escuela, salarios y todavía ser liderados por el Director del plantel. Esto en realidad no solo nos generaría alarma, sino que en un futuro como siempre, México olvidará el abuso en el que vive y lo tomará como una realidad a la cual resignarse.

El estado se acuesta en una cama de rosas y nosotros – como siempre – tendremos que vivir en las espinas.


En realidad la culpa del problema educativo, no es del todo culpa de los maestros, sino de la ciudadanía que pensó que una escuela educaba y olvidó que ahí solo enseñan, que los valores cívicos y éticos se dan en el hogar y esa es la verdadera educación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario